La Tierra está cubierta por una gran variedad de rocas, formadas por unos dos mil compuestos posibles denominados minerales, que a su vez contienen átomos ubicados en forma ordenada, llamados minerales cristalinos. Cualquier parte de un mineral con esa misma estructura ordenada se denomina cristal. Al crecimiento de los cristales se lo compara con “una construcción de ladrillos magnéticos”, esto es, unos pocos átomos de cristal diminuto que se unen y a su vez atraen a otros grupos de los mismos átomos.

Pero, ¿por qué se les atribuye poderes curativos? Hay un principio fundamental en el que se basan todas las terapias de curación por cristales y sin el cual no existiría la vida ni la materia, ni el Universo: las vibraciones atómicas y moleculares.

Lo que se pretende es canalizar esa fuerza para recuperar la salud de los pequeños microcosmos humanos. La gemoterapia o litoterapia se basa en la sabiduría ancestral de múltiples civilizaciones, que utilizaban las piedras preciosas como armonizadoras de los centros vitales que rigen la energía de nuestros cuerpos material y astral.

Cuando hablamos de “magia” nos referimos a lo
asombroso de ese poder.

Si le atraen los beneficios terapéuticos de las piedras, sus capacidades para despertar nuestros potenciales, o si está usted viviendo un periodo de gran cambio en su vida o desea provocarlo. Usted podrá encontrar cada una de las respuestas que está usted buscando a través de la magia blanca de las piedras, los cristales y los metales