Los mayas consideraban el 21 de diciembre de 2012 como el final de un ciclo. Los antiguos mayas crearon un calendario tan preciso que podía predecir los eclipses lunares y solares, miles de años antes de que se produjesen. Sin embargo, el calendario maya termina misteriosamente en una fecha determinada, el solsticio de invierno del año 2012.
La civilización maya se desarrolló en Centroamérica entre los siglos VI y IX. El calendario también se usaba con fines proféticos. En el siglo VIII predijo que unos dioses con barba y piel blanca, llegarían por mar el 5 de marzo de 1519. En esa fecha Cortés y sus conquistadores llegaron al “Nuevo Mundo”. El calendario maya predice el fin del mundo tal y cómo lo conocemos, para el día 21 de diciembre de 2012.
Ese día el Sol se elevará dentro de la banda oscura del centro de la Vía Láctea. Los mayas llamaban a esta banda oscura la Madre Cósmica y se referían a ella como a un agujero negro. Hace sólo unos años los astrónomos descubrieron la existencia de un enorme agujero negro en el centro de la Vía Láctea. Ese día la Tierra se alineará con el Sol y el centro de la Vía Láctea. Un acontecimiento que sólo sucede una vez cada 25800 años.
El I Ching
El I Ching o Libro de las mutaciones, es el oráculo más notable e imperecedero de la historia. Su origen se remonta a 5000 años aproximadamente. Aunque posteriormente lo adoptó la escuela de Confucio, su origen es taoísta.
El I Ching describe a partir de una situación presente, la forma de resolverla en el futuro si se adoptan las medias oportunas o correctas. Según una leyenda china el emperador Fu-Hi inventó el I Ching hacia al año 2800 a.C. El oráculo se utiliza para principalmente para predicciones personales. Se formula una pregunta y se lanzan tres monedas. Si en la mayoría sale cruz, se traza en un papel una línea continua. Si en la mayoría sale cara, se traza en el papel una línea quebrada. Este proceso se repite seis veces hasta formar una serie de seis líneas continuas o quebradas llamadas hexagrama.
Existen 64 combinaciones posibles y cada hexagrama cuenta con varios textos breves que hacen una lectura del futuro. Terence Mckena investigador reputado diseñó unos gráficos matemáticos con el I Ching convirtiéndolos en una especie de mapa temporal. Antes de su muerte en el año 2000 observó un patrón desconocido entre los 64 hexagramas. Las seis líneas y 64 combinaciones posibles, pueden ser expresadas como una proporción de cambio de cada hexagrama.
Se propuso trazar un gráfico con ellas y superpuso las líneas del hexagrama a una línea temporal de la historia, descubriendo correlaciones importantes que coincidían con los 4000 años de historia documentada. Los 64 hexagramas se repiten 64 veces a lo largo de la historia. Terence Mckena llamó a su teoría “Onda Temporal Cero”. Esta línea temporal se corresponde con hechos históricos importantes como la caída del Imperio Romano, la llegada al Nuevo Mundo o las dos grandes Guerras Mundiales, pero la línea temporal se corta en una fecha concreta, el 21 de diciembre de 2012. Terence Mckena con el tiempo descubrió la correspondencia de fechas con el calendario maya y creyó que se trataba de una correlación fascinante, aunque envuelta en un gran misterio.